Blade Runner - Ridley Scott (1982)
Este clásico está ambientado en el 2019 que se imaginaba Ridley Scott en los años 80 cuando, gracias a los avances tecnológicos, es posible
fabricar robots idénticos al ser humano. Estos robots trabajan como esclavos en
colonias exteriores a la Tierra. La historia comienza cuando cuatro de los robots más avanzados (Nexus 6) llegan a la Tierra para tratar de
conseguir alargar sus vidas.
Es entonces cuando se introducen a los Blade Runners,
agentes de la ley especialmente formados para identificar y acabar con estos
robots tan realistas, con los denominados Replicantes. Pues bien, al ex agente
Rick Deckard se le encomienda la retirada de estos cuatro replicantes por
tratarse de un experto en ello y por la dificultad que presentaban estos robots
al ser tan parecidos a los humanos. Pese a estar ya retirado, el agente Deckard se verá obligado a arriesgar una vez más su vida con el fin de acabar con las intenciones de los replicantes y con los peligros que estos pueden causar.
La película nos presenta como principal figura de máquina inteligente a los replicantes Nexus 6, que en este caso alcanzan una capacidad física, cognoscitiva e intelectual increíblemente superior a la del ser humano (con todo lo que eso conlleva), lo que implica numerosos comportamientos por parte de los mismos que caben ser destacados.
Por una parte es fundamental el principal hilo argumental de la película, el instinto de supervivencia de la máquina, que al conocer la corta vida de sí misma y de sus iguales, hará todo lo posible por alargar la duración de su consciencia en el mundo. Esta corta vida viene provocada por la única limitación física de estas máquinas, que es haber sido creadas por aproximación biológica y ser por tanto sistemas orgánicos, lo que al mismo tiempo es utilizado por el ser humano como sistema de seguridad ante el peligro que estas pueden llegar a suponer.
Es muy resaltable también la creación de respuestas sentimentales por parte de las máquinas ante su entorno, lo que no estaba implícito al ser seres orgánicos, pero resulta muy interesante y le da sentido a toda la película y al comportamiento de estas máquinas.
Pese a mostrar una sociedad futurista y fantástica de la supuesta sociedad actual, la implicación ética y social que plantea esta película, sin duda da mucho que pensar. Gracias a esta tan avanzada hipotética sociedad, la barrera entre lo humano y lo no humano se difumina, mientras que la barrera entre lo vivo y lo no vivo se desdibuja completamente, quedando a libre interpretación propia.
Si bien los replicantes se plantean como seres orgánicos, que entienden, razonan e incluso sienten como los seres humanos, ¿haber sido creados por los seres humanos con un fin especifico les hace no ser considerados humanos? Esta es la reflexión a la que la película invita al hacerte empatizar tanto con los replicantes, y lo hacen de la manera más efectiva de cara a un ser humano, mostrándoselo consciente y prácticamente idéntico a él mismo.
La película nos presenta como principal figura de máquina inteligente a los replicantes Nexus 6, que en este caso alcanzan una capacidad física, cognoscitiva e intelectual increíblemente superior a la del ser humano (con todo lo que eso conlleva), lo que implica numerosos comportamientos por parte de los mismos que caben ser destacados.
Por una parte es fundamental el principal hilo argumental de la película, el instinto de supervivencia de la máquina, que al conocer la corta vida de sí misma y de sus iguales, hará todo lo posible por alargar la duración de su consciencia en el mundo. Esta corta vida viene provocada por la única limitación física de estas máquinas, que es haber sido creadas por aproximación biológica y ser por tanto sistemas orgánicos, lo que al mismo tiempo es utilizado por el ser humano como sistema de seguridad ante el peligro que estas pueden llegar a suponer.
Es muy resaltable también la creación de respuestas sentimentales por parte de las máquinas ante su entorno, lo que no estaba implícito al ser seres orgánicos, pero resulta muy interesante y le da sentido a toda la película y al comportamiento de estas máquinas.
Pese a mostrar una sociedad futurista y fantástica de la supuesta sociedad actual, la implicación ética y social que plantea esta película, sin duda da mucho que pensar. Gracias a esta tan avanzada hipotética sociedad, la barrera entre lo humano y lo no humano se difumina, mientras que la barrera entre lo vivo y lo no vivo se desdibuja completamente, quedando a libre interpretación propia.
Si bien los replicantes se plantean como seres orgánicos, que entienden, razonan e incluso sienten como los seres humanos, ¿haber sido creados por los seres humanos con un fin especifico les hace no ser considerados humanos? Esta es la reflexión a la que la película invita al hacerte empatizar tanto con los replicantes, y lo hacen de la manera más efectiva de cara a un ser humano, mostrándoselo consciente y prácticamente idéntico a él mismo.
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