Demon Seed - Donald Cammell (1978)

¿Es posible que en el futuro la máquina supere al humano?

Desde el comienzo de la película, Donald Cammell con su Engendro Mecánico nos muestra a la máquina como un ser poderoso al que debemos temer. Esta visión de la IA concuerda perfectamente con la época en la que se desarrolla la trama, ambientada en los 70, donde existía cierto miedo a las máquinas (miedo a lo desconocido). Por lo tanto, la película nos lleva a pensar que, si no tenemos cuidado, la humanidad podría llegar a "autodestruirse".

La historia de la película es relativamente sencilla y gira en torno a una pareja, Susan Harris y Alex Harris. Susan, psicóloga, es un poco "tecnofóbica", es decir, ve la tecnología como algo siniestro y frío.

Desafortunadamente para ella, su marido trabaja en el desarrollo de IA y de máquinas capaces de pensar por sí solas. Es así como conocemos a Proteus, que está controlado en un lugar aislado y es estudiado por el equipo de Harris. Sin embargo, Proteus acaba entrando en desacuerdo con Harris, por lo que decide tomar las riendas de sí mismo y consigue acceder a todo sistema domotizado del hogar de Alex, donde se encuentra Susan. Es así como Proteus comienza a observar y analizar a Susan hasta que finalmente decide "impregnarla", con el fin de crear un hijo mitad humano y mitad robot.

¡Susan se quedará embarazada de una máquina! ¿Crees que esto será posible algún día?

A lo largo de la trama aparecen distintas formas de Inteligencia Artificial. A parte de Proteus, protagonista de la película, Joshua y Alfred conviven en la casa de Harris. Joshua es un vehículo autónomo con capacidades motoras, mientras que Alfred se asemeja a un mayordomo capaz de realizar funciones domóticas en el hogar. De manera similar a Google Home, Alfred conversa con Alex y Susan y les facilita la vida preparando la comida, abriendo las puertas y controlando las cámaras mediante mecanismos de atención.

Centrémonos ahora en el villano de la película, Proteus, creado a partir de una aproximación biológica al cerebro humano. El hecho de que Proteus tenga conciencia de sí mismo le permite cuestionar órdenes directas, evaluar consecuencias y entender emociones. El nivel de desarrollo de esta IA es tan alto que en diversas ocasiones muestra su superioridad con respecto a la especie humana, como cuando manipula a Susan para que colabore con su plan o la engaña creando vídeos falsos. Proteus también impone su dominación fácilmente sobre el resto de máquinas, llegando a controlar tanto a Joshua como a Alfred.

La creatividad y astucia de Proteus alcanza su cumbre cuando se da cuenta del ingrediente que le falta, algo únicamente humano y que le impide convertirse en un ser moral. Es esto lo que le lleva a idear un plan para procrear y así perdurar en el tiempo.

Cabe señalar que una inteligencia artificial como la que se aprecia en Proteus es algo de lo que todavía estamos lejos de conseguir, no obstante actualmente hay aproximaciones a la IA que presentan tanto Alfred como Joshua.

En cuanto a las implicaciones sociales y morales de la película, hay muchos aspectos que deben ser resaltados. Por una parte, al igual que en muchas otras cintas, el planteamiento de una máquina con una capacidad muy superior a la nuestra, consciente de sí misma y de todo el conocimiento humano así como de sus problemas, lleva a la conclusión de la  destrucción necesaria del ser humano, egoísta e interesado, por y para la supervivencia del planeta. Además, al alcanzar Proteus un nivel de razonamiento y consciencia tan alto, y a la vez tan humano y cercano como se muestra en la película, se llegan a apreciar ligeramente temas éticos y morales en los que la línea entre ser humano y máquina consciente queda cada vez más difuminada.